La vida y la ciencia se funden en la historia más emocionante
Alicia pregunta, Luis responde. Ella es la alumna que aprende y él es el mentor que instruye. Muchos años les separan, pero el amor y la admiración les une. Alicia es la joven que plantea infinidad de preguntas, y Luis el Gran Sabio que contesta todas sus consultas. Es el planteamiento del nuevo libro de Eduardo Punset titulado El sueño de Alicia que publica la editorial Destino.
El libro comienza con una carta de la protagonista, que en el fondo, se convierte en una verdadera declaración de intenciones:
«Me llamo Alicia. Aunque en esta historia yo soy lo de menos. Sólo pretendo ser un vehículo, un altavoz, una suerte de guía, para transmitiros un legado, el legado de personas sabias, de investigadores y científicos que han tenido la osadía de romper barreras, de superar los límites heredados o las imposiciones del pensamiento rígido y descubrirnos avances y nuevos conocimientos científicos que creíamos imposibles.»
A través del prolongado debate que se establece entre Alicia y Luis, se descubrirá esa fina línea que une, y al mismo tiempo parece separar, la razón de la inquietud, la sabiduría y la ciencia de la emoción. Porque si nuestra realidad, nuestra conducta y nuestro aprendizaje está marcado por las emociones, darle una explicación científica a las mismas parece algo imprescindible para acercarnos a la verdad del ser humano. La curiosidad y el profundo interés por aprender que muestra Alicia se complementarán entonces con la dilatada capacidad de Luis por enseñar.
Eduardo Punset armoniza hábilmente en un solo tomo muchas de las experiencias y teorías, tanto científicas como humanísticas, de grandes sabios e investigadores. Oliver Sacks, Daniel Schachter, Richard Gregory, Abraham Marlow, Antonio Damasio, Richard Davidson, Gero Miesenböck, Pierre Magistratti, Hidehiko Takahashi, David Bainbridge, José Delgado, David Lagunas, Paul Stinhardt, Ken Robinson, Simon Baron-Cohen o Gerd Kempermann mostrarán, a modo de acertado debate, algunos de sus descubrimientos. En un ejercicio claro de divulgación científica y a través de un 'sueño' que terminará fusionando ficción y realidad, el lector podrá valerse de la ciencia para mejorar su calidad de vida.
La relación atormentada que Alicia tuvo con un mariachi les servirá de excusa para hablar de las emociones y los sentimientos tóxicos, de los impulsos que no se pueden dominar, de los celos, del hermetismo social, o de la individualidad aprendida en contra de la herencia genética. Lo importante siempre es tener una personalidad de la que uno se sienta plenamente satisfecho y que le haga feliz. Si ese perfil emocional obsesiona o impide avanzar a la persona, entonces es cuando se debe afrontar un posible cambio. Recordar su matrimonio fallido con Julio, en contraste con el equilibrio y armonía que ahora le aporta Luis, es causa de nuevas reflexiones. Una relación desatinada no tiene por qué obligar a un cambio de carácter, puede ser solo cuestión de enfoques distintos. Una relación dominada por las pasiones conduce a la inseguridad y la frustración, emociones negativas ligadas ineludiblemente a necesidades sociales del cerebro humano como el amor o el afecto.
Cuando Alicia tiene que colaborar en la realización de unas entrevistas para televisión a varios científicos, entrará en conexión con ideas que hasta ahora solo había vislumbrado de soslayo: considerar la intuición una fuente de conocimiento tan válida como la razón; la existencia de otros universos como el nuestro, incluso la de nuestro propio doble; percibir las neuronas como entidades eléctricas que son, y que se comunican entre sí por impulsos eléctricos... surge entonces la posibilidad de aplicar luz al cerebro para modificar sus reacciones. Entonces las preguntas vuelven a fluir: ¿todo pasa por el cerebro? ¿qué mecanismos generan desórdenes como la depresión o la ansiedad? ¿es el amor un subproducto cultural o es fruto de la biología?
El encuentro con Maggie, una culta y sensible taxista londinense, hace que Alicia delibere con ella sobre cuestiones humanas que verdaderamente la obsesionan como son la soledad, la tristeza o el amor. En el fondo resulta complicado hacer ver que tanto las emociones como el dolor, las ansias sexuales o los sentimientos religiosos son solo el subproducto de puras maquinaciones mentales. Dentro de esa asimilación de caracteres, de esa empatía, también hay lugar para las dudas personales, el desprecio o la tan escondida psicopatía de ciertos individuos.
Eduardo Punset (Barcelona, 1936) es el autor de divulgación científica con más lectores en España: las ventas acumuladas de sus libros ya han alcanzado el millón y medio de ejemplares. Su impacto también es destacable en las redes sociales donde cuenta con más de 900.000 seguidores en Facebook y más de 400.000 en Twitter. Sus obras han sido traducidas a diversos idiomas extranjeros (inglés, italiano, francés, portugués, coreano, croata, húngaro y chino) además de al catalán y al vasco. Sus libros pueden adquirirse en dieciséis países de tres continentes diferentes.
Licenciado en Derecho por la Universidad de Madrid y máster en Ciencias Económicas por la Universidad de Londres, es profesor de Ciencia, Tecnología y Sociedad en instituciones universitarias, así como conferenciante y ponente en congresos científicos internacionales. Se estrenó como redactor económico en la BBC. Ejerció como director económico para América Latina de The Economist y colaboró con el FMI en Estados Unidos y en Haití.
Tuvo un destacado papel durante la transición, como Secretario General Técnico del primer Gobierno de la democracia, Ministro de Relaciones para las Comunidades Europeas y consejero de Finanzas de la Generalitat. Presidió la delegación del Parlamento Europeo para Polonia, y con la caída del muro, tuteló parte del proceso de transformación económica de los países del Este. Tras ello ejerció diversos cargos en la empresa pública y privada, como presidente de la eléctrica Enher o subdirector general de Estudios Económicos y Financieros del Banco Hispanoamericano.
Desde hace diecisiete años dirige y presenta en TVE el programa Redes, un referente de la comprensión pública de la ciencia. Ha recibido, entre otros, el Premio Rey Jaime I de Periodismo 2006 o el Premio Gaudí Gresol 2010. De sus libros cabe destacar títulos como: Lo que nos pasa por dentro (2012), Viaje al optimismo (2011), Excusas para no pensar (2011), Viaje a las emociones (2010), El viaje al poder de la mente (2010), El templo de la ciencia (2008), El viaje al amor(2007), o El viaje a la felicidad (2005).
«Me llamo Alicia. Aunque en esta historia yo soy lo de menos. Sólo pretendo ser un vehículo, un altavoz, una suerte de guía, para transmitiros un legado, el legado de personas sabias, de investigadores y científicos que han tenido la osadía de romper barreras, de superar los límites heredados o las imposiciones del pensamiento rígido y descubrirnos avances y nuevos conocimientos científicos que creíamos imposibles.»
A través del prolongado debate que se establece entre Alicia y Luis, se descubrirá esa fina línea que une, y al mismo tiempo parece separar, la razón de la inquietud, la sabiduría y la ciencia de la emoción. Porque si nuestra realidad, nuestra conducta y nuestro aprendizaje está marcado por las emociones, darle una explicación científica a las mismas parece algo imprescindible para acercarnos a la verdad del ser humano. La curiosidad y el profundo interés por aprender que muestra Alicia se complementarán entonces con la dilatada capacidad de Luis por enseñar.
Eduardo Punset armoniza hábilmente en un solo tomo muchas de las experiencias y teorías, tanto científicas como humanísticas, de grandes sabios e investigadores. Oliver Sacks, Daniel Schachter, Richard Gregory, Abraham Marlow, Antonio Damasio, Richard Davidson, Gero Miesenböck, Pierre Magistratti, Hidehiko Takahashi, David Bainbridge, José Delgado, David Lagunas, Paul Stinhardt, Ken Robinson, Simon Baron-Cohen o Gerd Kempermann mostrarán, a modo de acertado debate, algunos de sus descubrimientos. En un ejercicio claro de divulgación científica y a través de un 'sueño' que terminará fusionando ficción y realidad, el lector podrá valerse de la ciencia para mejorar su calidad de vida.
La relación atormentada que Alicia tuvo con un mariachi les servirá de excusa para hablar de las emociones y los sentimientos tóxicos, de los impulsos que no se pueden dominar, de los celos, del hermetismo social, o de la individualidad aprendida en contra de la herencia genética. Lo importante siempre es tener una personalidad de la que uno se sienta plenamente satisfecho y que le haga feliz. Si ese perfil emocional obsesiona o impide avanzar a la persona, entonces es cuando se debe afrontar un posible cambio. Recordar su matrimonio fallido con Julio, en contraste con el equilibrio y armonía que ahora le aporta Luis, es causa de nuevas reflexiones. Una relación desatinada no tiene por qué obligar a un cambio de carácter, puede ser solo cuestión de enfoques distintos. Una relación dominada por las pasiones conduce a la inseguridad y la frustración, emociones negativas ligadas ineludiblemente a necesidades sociales del cerebro humano como el amor o el afecto.
Cuando Alicia tiene que colaborar en la realización de unas entrevistas para televisión a varios científicos, entrará en conexión con ideas que hasta ahora solo había vislumbrado de soslayo: considerar la intuición una fuente de conocimiento tan válida como la razón; la existencia de otros universos como el nuestro, incluso la de nuestro propio doble; percibir las neuronas como entidades eléctricas que son, y que se comunican entre sí por impulsos eléctricos... surge entonces la posibilidad de aplicar luz al cerebro para modificar sus reacciones. Entonces las preguntas vuelven a fluir: ¿todo pasa por el cerebro? ¿qué mecanismos generan desórdenes como la depresión o la ansiedad? ¿es el amor un subproducto cultural o es fruto de la biología?
El encuentro con Maggie, una culta y sensible taxista londinense, hace que Alicia delibere con ella sobre cuestiones humanas que verdaderamente la obsesionan como son la soledad, la tristeza o el amor. En el fondo resulta complicado hacer ver que tanto las emociones como el dolor, las ansias sexuales o los sentimientos religiosos son solo el subproducto de puras maquinaciones mentales. Dentro de esa asimilación de caracteres, de esa empatía, también hay lugar para las dudas personales, el desprecio o la tan escondida psicopatía de ciertos individuos.
Eduardo Punset (Barcelona, 1936) es el autor de divulgación científica con más lectores en España: las ventas acumuladas de sus libros ya han alcanzado el millón y medio de ejemplares. Su impacto también es destacable en las redes sociales donde cuenta con más de 900.000 seguidores en Facebook y más de 400.000 en Twitter. Sus obras han sido traducidas a diversos idiomas extranjeros (inglés, italiano, francés, portugués, coreano, croata, húngaro y chino) además de al catalán y al vasco. Sus libros pueden adquirirse en dieciséis países de tres continentes diferentes.
Licenciado en Derecho por la Universidad de Madrid y máster en Ciencias Económicas por la Universidad de Londres, es profesor de Ciencia, Tecnología y Sociedad en instituciones universitarias, así como conferenciante y ponente en congresos científicos internacionales. Se estrenó como redactor económico en la BBC. Ejerció como director económico para América Latina de The Economist y colaboró con el FMI en Estados Unidos y en Haití.
Tuvo un destacado papel durante la transición, como Secretario General Técnico del primer Gobierno de la democracia, Ministro de Relaciones para las Comunidades Europeas y consejero de Finanzas de la Generalitat. Presidió la delegación del Parlamento Europeo para Polonia, y con la caída del muro, tuteló parte del proceso de transformación económica de los países del Este. Tras ello ejerció diversos cargos en la empresa pública y privada, como presidente de la eléctrica Enher o subdirector general de Estudios Económicos y Financieros del Banco Hispanoamericano.
Desde hace diecisiete años dirige y presenta en TVE el programa Redes, un referente de la comprensión pública de la ciencia. Ha recibido, entre otros, el Premio Rey Jaime I de Periodismo 2006 o el Premio Gaudí Gresol 2010. De sus libros cabe destacar títulos como: Lo que nos pasa por dentro (2012), Viaje al optimismo (2011), Excusas para no pensar (2011), Viaje a las emociones (2010), El viaje al poder de la mente (2010), El templo de la ciencia (2008), El viaje al amor(2007), o El viaje a la felicidad (2005).
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