Soy Miguel Angel Reche autor de Retales versales, por el camino del corazón escribo poesías y versos a retales. Si quieres editar, publicar o reproducir mis versos o poemas, contacta conmigo: reche2@yahoo.es o 655090215. Reservados todos los derechos de mi obra.
sábado, 28 de diciembre de 2019
martes, 3 de diciembre de 2019
Convocatoria abierta al pueblo de Tomares, en defensa de la Banda Sinfónica
Mañana a las 9:15h en la plaza del Ayuntamiento, recogida de firmas y visita al Alcalde..
El PP de Tomares se gasta la subvención para la banda de música, y 120 niños se quedan sin su formación.
lunes, 2 de diciembre de 2019
domingo, 1 de diciembre de 2019
lunes, 18 de noviembre de 2019
Otto Engelhardt, ilustre personaje del Aljarafe Sevillano que dijo Adiós al fascismo
Un telegrama a Hitler desde San Juan de Aznalfarache
Fuente: https://www.diariodesevilla.es/sevilla/Otto-Engelhardt-telegrama-Hitler-San-Juan-Aznalfarache_0_1409859260.html
¿Quién pudo enviar un telegrama el 6 de agosto de 1934 desde San Juan de Aznalfarache al mismísimo Adolf Hitler
ordenándole la clausura de los campos de concentración? Este episodio
histórico, verídico y documentado, es tan insólito como la vida de su
protagonista: Otto Engelhardt, una figura que fue clave para la Sevilla de la primera mitad del siglo XX, pero sobre la que cayó una pesada losa de olvido el 14 de septiembre de 1936, día en el que fue fusilado.
El personaje es de película. Tal es el potencial de su historia que ha sido ya llevada al cine a través de un largometraje documental de Ricardo Barby
con material, sin duda, para hacer no sólo una película, sino toda una
serie. Un trabajo que se presentará el próximo domingo en el Festival de cine de Braunschweig, cosas del destino, la ciudad donde nació Engelhardt. Y que ha permitido, además, arrojar luz sobre la vida de este alemán de nacimiento y sevillano de corazón.
Relatos que han sido un misterio hasta hace muy pocos
años para su propia familia. "Mi abuela Teresa, que era su nuera, era
quien reunía a los pequeños de la familia y nos contaba muchas
historias, pero yo era muy pequeña, lo que sé me lo transmitió mi
hermano Conrado", comenta Ruth Engelhardt, bisniesta del alemán, cuyo
retrato vestido de cónsul ha presidido siempre su salón familiar. Hasta
hace una década ni siquiera era capaz de distinguir qué había de verdad y leyenda
en esos relatos. "Empecé a reconstruir la historia desde el final,
desde su fusilamiento en el 36", apunta, explicando que fue el contacto
con una asociación de memoria histórica quien la animó a escribir el primer microrrelato sobre su bisabuelo.
Cuando hace ya tres años el equipo del documental empezó a
trabajar en él, sólo había trascendido que Otto Engelhardt había sido
un alemán fusilado en el 36 en Sevilla por sus críticas al nazismo y poco más. Y en ese contexto se produjo el encuentro con la familia y el historiador Carlos Font,
los únicos que, por separado, habían indagado en la figura del alemán.
Todos han participado en la cinta que, sin pretenderlo, ha logrado ir
borrando lagunas históricas gracias a un arduo trabajo de investigación
por los distintos archivos europeos que sigue produciendo nuevas revelaciones y sacando a la luz documentos insólitos.
Hay que hacer una elipsis para conocer bien la historia. Sevilla, 1894. Un ingeniero que trabajaba para AEG, la compañía eléctrica alemana, llega a la ciudad con el encargo de crear la Compañía Sevillana de Electricidad, fundada con capital germano. Otto Engelhardt fue el primer director de dicha empresa, hoy absorbida por Endesa. Un gestor de éxito
que impuso una estrategia que multiplicó por cinco el crecimiento de la
compañía en pocos años y que gozaba de la gratitud de sus propios
empleados. La prueba, que existe, es un libro de firmas que le regalaron en 1910 sus empleados, uno de los escasos documentos que hacen referencia a él en la actual empresa.
Este alemán trajo a Sevilla el alumbrado público y la electrificación del transporte en una época en la que el tranvía era tirado por mulas. Este segundo cargo le valió el apodo popular de Otto el de los tranvías.
"Era un personaje querido y nos gusta recordar que trajo la modernidad a esta ciudad", apunta su bisnieta mientras enseña la Medalla de Isabel la Católica
que le entregó Alfonso XIII cuando engalanó un coche y tres jardineras
del tranvía para recaudar fondos para los heridos en Melilla durante la
guerra del Rif, en 1909.
El gobierno alemán cuidó a su súbdito y en 1903 el káiser Guillermo II lo nombró cónsul honorario del Imperio Alemán en Sevilla,
donde participaba muy activamente de la vida social. Su bisnieta guarda
en su casa con celo el uniforme que lucía como diplomático. "Era un
puesto simbólico, no de carrera, pero el cónsul Engelhardt vivió el
cataclismo de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y el embajador alemán en Madrid, el Conde de Rattibor, lo reclutó para el servicio de información
alemán en Andalucía aprovechando su red de contactos, su posición
económica y su buen nombre", explica Font que, entre sus hallazgos como
investigador, cuenta con anotaciones de los pagos que Engelhardt hacía a
empresarios, periodistas y otros destacados personajes de la época.
Los aliados también vigilaron al cónsul,
que fue acosado en esta etapa y que ya se reveló como un personaje
libre y comprometido, según un episodio confirmado a raíz de una carta que envió al presidente de la República alemana en 1929,
el mariscal Hindenburg, donde critica al Gobieno alemán y le reclama
los servicios que él había prestado como informante, sacando a relucir
una anécdota con un submarino, otro dato histórico
insólito. "Un capitán de la Marina Imperial alemana llevó al consulado
alemán en Sevilla una serie de bombas pesadas y cartuchos de dinamita
con la intención de lograr la aquiescencia del consulado alemán para
atentar contra los barcos españoles que salieran del puerto de Sevilla",
relata Font. La discusión fue de alto calibre y Engelhardt, tras la
bronca, se deshizo de los explosivos tirándolos en un punto
indeterminado del Guadalquivir, por Gelves al parecer. "Si ese episodio
hubiese prosperado, ¿cómo habría afectado a la neutralidad española?",
se preguntan hoy sus familiares.
Otto entendía que su papel de cónsul era para misiones de paz, no de guerra.
Su valentía queda fuera de toda duda, aunque hay historiadores que
apuntan que su cargo de cónsul honorario facilitaba esa libertad que no
todos tenían en esos momentos.
A partir de esa fecha, los desencuentros con el gobierno alemán cada
vez eran más evidentes. Los aliados también lo acosaron y
desprestigiaron hasta conseguir que dimitiera de sus cargos, también
como director de Sevillana, en 1919.
El final de la guerra también supuso la ruina para Engelhardt que, como buen emprendedor que había demostrado ser, se reinventó y fundó unos laboratorios farmacéuticos en San Juan de Aznalfarache: Sanavida, nombre que resuena en el subconsciente de los sevillanos cuando se explica que, entre otros productos, fabricaba el Ceregumil
y otros vigorizantes. Font ha encontrado en los archivos fotografías
donde el alemán posa en un stand para promocionar sus productos en la Exposición del 29.
Engelhardt había sufrido un gran desengaño con su país y no lo ocultaba. Esto lo llevó a transformarse en un hombre de talante liberal, pacifista convencido y republicano, comenta Font, convencido de que el alemán encontró en España lo que no vio en la antigua república alemana y de ahí su fervor por la II República española.
Es paradójico cómo algunos escritos del alemán acaban con un ¡Viva España! Se comprueba en su autobiografía Adiós Alemania (1934), de la que se conserva un facsímil actualmente depositado en el Archivo General de Andalucía en
la que declara: "Como España es el primer país que en su Constitución
republicana se afrenta contra el crimen de la guerra, exclamo con todo
corazón, ¡Viva España!".
Otto Engelhardt llegó a devolver las muchas condecoraciones y medallas concedidas por el Gobierno alemán y en 1932 obtuvo la nacionalidad española,
un año antes que de Hitler fuera nombrado canciller. Ya vivía en Villa
Chaboya, que, pronto, se convirtió en objetivo del espionaje porque el
ingeniero alemán no dudó en combatir con fuerza desde el primer momento
al nazismo.
El ex cónsul empezó a publicar artículos en la prensa de la época, muchos en El Liberal dirigido por José Laguillo, en los que sin rubor llega incluso a caricaturizar al führer. En uno de los artículos escritos en este diario el 15 de octubre de 1932, titulado La Dictadura en Alemania,
concluye: "Gracias a Dios que vivo ahora como ciudadano español, bajo
la protección de un Gobierno que está tan lejos del fascismo como yo de
Hitler y sus príncipes. ¡No dejo de amar a mi Alemania y deseo para ella
de corazón que vengan pronto días felices sin Hitler, sin barones y
príncipes; días republicanos de verdad..." Engelhardt fue uno de los
primeros en ver los peligros del nazismo, pero no de lo que llegaría
luego a España después de la II República.
La investigación ha permitido también localizar anuncios
en la prensa donde Otto ofrecía su casa a los alemanes necesitados de
exilio. Su faceta de pacifista se refuerza con la aparición de
documentos que lo señalan como impulsor de una iniciativa ciudadana "Pro Sevilla, ciudad de la contraguerra" en 1932.
Otra anécdota que recuerda su nieto Conrado y que recoge
su personalidad rebelde se sitúa en una de las visitas que el Gran
Zeppelin hizo a Sevilla. Mandó ondear en Villa Chaboya la bandera republicana alemana y con un megáfono gritó a su paso "¡Abajo el gobierno fascista alemán!".
La citada autobiografía, Adiós Alemania, lleva como subtítulo "con sus
barones y fascistas". Su provocación máxima fue cuando dirigió un telegrama urgente a Hitler,
con fecha de 6 de agosto de 1934, ordenándole la clausura de los campos
de concentración. El excepcional documento fue localizado por el
historiador Carlos Font dos días antes de concluir el rodaje del
documental. No satisfecho, dio un paso más y, dispuesto a denunciar ante
todo el mundo los métodos nazis, en 1935 dirige de nuevo una carta extensa a "Herr Adolf Hitler, Führer del pueblo alemán", que es toda una declaración a favor de los derechos humanos.
Todos estos documentos, al igual que las fotografías cedidas por la familia serán depositados en breve en el Archivo General de Andalucía
con la intención de crear un fondo que pueda ser consultado por todos
los investigadores, una opción que permitirá arrojar de seguro nuevos
datos sobre el personaje.
Tras comenzar la Guerra Civil española, fue ingresado por una flebitis en el Hospital de las Cinco Llagas:
sala San Cosme, cama número 37, según se recoge en la documentación. En
la que es hoy la actual sede del Parlamento andaluz, en uno de sus
patios, se repuso el año pasado una placa que en su día lució en la sala
San José, hoy ya no existe, en agradecimiento al alemán por sus
donaciones.
Otto Engelhardt recibió el alta el 12 de septiembre de
1936 de manera repentina, pues seguía enfermo, y tras ser detenido y
retenido, en aplicación del bando de guerra del general Queipo de Llano,
en la Delegación de Orden Público, fue fusilado el 14 de septiembre de 1936,
se cree que en el Cementerio de San Fernando de Sevilla. Su cadáver,
como el de otras víctimas de la Guerra Civil, reposa en una fosa común. Tenía 70 años y su oposición al nazismo le costó la vida.
Otto se había casado en Sevilla en segundas nupcias con Mercedes Granados (su primera mujer, Ana Holtz, no tuvo un final feliz), que tuvo tuvo que convivir con registros de la Gestapo y hasta con los soldados alemanes de la Legión Condor
que se alojaron en su casa, según relata el historiador Carlos Font.
Conrado Engeldhart, el padre de Ruth y nieto del ingeniero que desafió a
Hitler, era un niño de muy corta edad cuando se sucedieron estos
acontecimientos que lo marcaron. "Mi padre vivió registros, oía los
fusilamientos a veces desde su casa y tuvo que hacer la comunión a las
siete de la mañana por ser nieto de rojo", comenta Ruth.
En
la familia Engelhardt se cuenta que Mercedes guardaba una botella de
champán para cuando cayese Franco, pero murió antes. Y se hizo un silencio que se ha roto siete
u ocho décadas después. "Y ahora no vamos a parar", añade Ruth
mostrando la declaración de reparación y reconocimiento personal que le
entregó a la familia el Ministerio de Justicia en 2011
tras acreditar que Otto Engelhardt sufrió persecución y violencia por
razones políticas e ideológicas y fue injustamente ejecutado. "Hay cosas
que no se pueden olvidar, no es resentimiento, es que somos muchas
familias las que intentamos rescatar del olvido a nuestros seres
queridos, asesinados por el terror, por un sinsentido", comenta Ruth
convencida de que el tema de la recuperación de la memoria histórica se
entiende mejor en Alemania que en España.
En tierras germanas se presentará la semana que viene el documental de Ricardo Barby, que se estrenó en primavera en San Juan de Aznalfarache y que ahora irá al festival de cine de Braunschweig (en
el de cine europeo de Sevilla, que concluye estos días, no ha tenido
cabida para pesar de sus autores). Días antes lo hará en el Festival de Zaragoza y antes de que acabe noviembre en Montaverner (Valencia). Entre enero y febrero la cinta se pasará por festivales en México y Venezuela. Y se espera que Canal Sur,
que ha colaborado en la producción y tiene los derechos, emita el
documental antes de que finalice el año. El mejor altavoz para una
historia que aún tiene mucho por descubrir.
domingo, 17 de noviembre de 2019
jueves, 14 de noviembre de 2019
Para caminar junto a mí .........
"Para caminar junto a mí tu vida debe terminar y renacer en la mía. Te daré vida eterna, amor eterno, poder sobre la tormenta. He cruzado océanos de tiempo para encontrarte"..
Francis Scott Fitzgerald
"No te pido que me ames siempre así, pero te pido que recuerdes. En algún lugar dentro de mí siempre habrá la persona que soy esta noche".
"Suave es la noche", Francis Scott Fitzgerald
"Suave es la noche", Francis Scott Fitzgerald
domingo, 6 de octubre de 2019
jueves, 19 de septiembre de 2019
Lefke
En casa de Maulana nuncan faltan las Risas, los momentos de hermandad, las
devociones a Dios, es como un oasis de luz.....son muchas personas que van y
viene...llegaron a contar más de 40 nacionalidades de todos los
continentes....entorno a una hermosa locura..la locura del amor...amor por algo
que te trasciende...amor por Maulana....Su silla esta siempre libre,
omnipresente en todos lo momentos...mirando hacia la ventana.....las flores del
jardin entran y salen.......al fondo hay alamos y palmeras.......en la oración
de mediodia los rayos de luz acuden y el brillo y los colores se
desbordan....tuve la certeza que eso...no era lefke....era el paraiso.
devociones a Dios, es como un oasis de luz.....son muchas personas que van y
viene...llegaron a contar más de 40 nacionalidades de todos los
continentes....entorno a una hermosa locura..la locura del amor...amor por algo
que te trasciende...amor por Maulana....Su silla esta siempre libre,
omnipresente en todos lo momentos...mirando hacia la ventana.....las flores del
jardin entran y salen.......al fondo hay alamos y palmeras.......en la oración
de mediodia los rayos de luz acuden y el brillo y los colores se
desbordan....tuve la certeza que eso...no era lefke....era el paraiso.
jueves, 1 de agosto de 2019
martes, 30 de julio de 2019
Discurso que Steve Jobs en la Universidad de Stanford el 12 de Junio de 2005.
«Me siento honrado de estar con vosotros hoy en esta ceremonia de graduación en una de las mejores universidades del mundo. Yo nunca me licencié. La verdad, esto es lo más cerca que he estado de una graduación universitaria.
Hoy deseo contaros tres historias de mi vida. No es gran cosa. Sólo tres historias. La primera trata de conectar puntos. Me retiré del Reed College a los seis meses y seguí yendo de modo intermitente otros 18 meses más antes de abandonar los estudios. ¿Por qué lo dejé? Comenzó antes de que yo naciera. Mi madre biológica era una joven estudiante de universidad, soltera, que decidió darme en adopción. Ella creía firmemente que debía ser adoptado por estudiantes graduados. Por lo tanto, todo estaba arreglado para que apenas naciera fuera adoptado por un abogado y su esposa; salvo que cuando nací decidieron en el último minuto que en realidad deseaban una niña. De ese modo, mis padres, que estaban en lista de espera, recibieron una llamada en medio de la noche preguntándoles: «Tenemos un niño no deseado; ¿lo quieren?». Ellos contestaron: «Por supuesto».
Cuando mi madre biológica se enteró que mi madre nunca se había graduado en la universidad y que mi padre tampoco tenía el graduado escolar se negó a firmar los papeles de adopción definitivos. Sólo cambió de parecer unos meses más tarde cuando mis padres le prometieron que algún día iría. A los 17 años fui a la universidad. Ingenuamente elegí una casi tan cara como Stanford y todos los ahorros de mis padres, de clase obrera, se fueron en la matrícula. Seis meses después yo no había sido capaz de apreciar el valor de su esfuerzo. No tenía idea de lo que quería hacer con mi vida y tampoco sabía si la universidad me ayudaría a deducirlo. Y ahí estaba yo, gastando todo el dinero que mis padres habían ahorrado durante toda su vida. Decidí retirarme y confiar en que todo iba a resultar bien. En ese momento fue aterrador, pero mirando hacia atrás es una de las mejores decisiones que he tomado. Prescindí de las clases obligatorias, que no me interesaban, y comencé a asistir irregularmente a las que sí consideraba interesantes.
No todo fue romántico. No tenía dormitorio, dormía en el suelo de las habitaciones de amigos, llevaba botellas de Coca Cola a los depósitos de 5 centavos para comprar comida y caminaba 11 kilómetros, cruzando la ciudad todos los domingos de noche, para conseguir una buena comida a la semana en el templo Hare Krishna. Me encantaba. La mayoría de cosas con las que tropecé, siguiendo mi curiosidad e intuición, resultaron ser posteriormente inestimables. Por ejemplo, en ese tiempo Reed College ofrecía quizás la mejor instrucción en caligrafía del país. Todos los afiches, todas las etiquetas de todos los cajones estaban bellamente escritos en caligrafía a mano en todo el campus. Como había abandonado el curso y no tenía que asistir a las clases normales, decidí tomar una clase de caligrafía para aprender. Aprendí de los tipos serif y san serif, de la variación en el espacio entre las distintas combinaciones de letras, de lo que hace que la gran tipografía sea lo que es. Era artísticamente hermoso, histórico, de una manera en que la ciencia no logra capturar, y lo encontré fascinante.
A priori, nada de esto tenía una aplicación práctica en mi vida. Diez años después, cuando estaba diseñando el primero ordenador Macintosh, todo tuvo sentido para mí. Y todo lo diseñamos en el Mac. Fue el primer ordenador con una bella tipografía. Si nunca hubiera asistido a ese único curso en la universidad, el Mac nunca habría tenido múltiples tipografías o fuentes proporcionalmente espaciadas. Y como Windows no hizo más que copiar a Mac, es probable que ningún PC la tuviese. Si nunca me hubiera retirado, nunca habría asistido a esa clase de caligrafía, y los ordenadores personales carecerían de la maravillosa tipografía que llevan. Por supuesto era imposible conectar los puntos mirando hacia el futuro cuando estaba en la universidad. Sin embargo, fue muy, muy claro mirando hacia el pasado diez años después.
Reitero, no podéis conectar los puntos mirando hacia el futuro; solo podéis conectarlos mirando hacia el pasado. Por lo tanto, tenéis que confiar en que los puntos, de alguna manera, se conectarán en vuestro futuro. Tenéis que confiar en algo, lo que sea. Nunca he abandonado esta perspectiva y es la que ha marcado la diferencia en mi vida.
La segunda historia es sobre amor y pérdida. Fui afortunado, porque descubrí pronto lo que quería hacer con mi vida. Woz y yo comenzamos Apple en el garaje de mis padres cuando tenía 20 años. Trabajamos duro y en 10 años Apple había crecido a partir de nosotros dos en un garaje, transformándose en una compañía de dos mil millones con más de 4.000 empleados. Recién habíamos presentado nuestra más grandiosa creación -el Macintosh- un año antes y yo recién había cumplido los 30.
Luego me despidieron. ¿Cómo te pueden despedir de una compañía que fundaste? Bien, debido al crecimiento de Apple contratamos a alguien que pensé que era muy talentoso para dirigir la compañía conmigo. Los primeros años las cosas marcharon bien. Sin embargo, nuestras visiones del futuro empezaron a desviarse y finalmente tuvimos un encontronazo. Cuando ocurrió, la Dirección lo respaldó a él. De ese modo a los 30 años estaba fuera. Y muy publicitádamente fuera. Había desaparecido aquello que había sido el centro de toda mi vida adulta. Fue devastador. Por unos cuantos meses, realmente no supe qué hacer. Sentía que había decepcionado a la generación anterior de empresarios, que había dejado caer el testimonio cuando me lo estaban pasando. Me encontré con David Packard y Bob Noyce e intenté disculparme por haberlo echado todo a perder tan estrepitosamente. Fue un absoluto fracaso público e incluso pensaba en alejarme del valle [Silicon Valley, California]. No obstante, lentamente comencé a entender algo. Todavía amaba lo que hacía. El revés ocurrido con Apple no había cambiado eso ni un milímetro. Había sido rechazado, pero seguía enamorado. Y decidí empezar de nuevo.
En ese entonces no lo entendí, pero ser despedido de Apple fue lo mejor que podía haberme pasado. La pesadez de tener éxito fue reemplazada por la iluminación de ser un principiante otra vez. Me liberó y entré en una de las etapas más creativas de mi vida. Durante los siguientes cinco años, fundé una compañía llamada NeXT, otra empresa llamada Pixar, y me enamoré de una asombrosa mujer que se convirtió en mi esposa. Pixar continuó y creó la primera película en el mundo animada por ordenador, Toy Story, y ahora es el estudio de animación de más éxito a nivel mundial. En un notable giro de los hechos, Apple compró NeXT, regresé a Apple y la tecnología que desarrollamos en NeXT constituye el corazón del actual renacimiento de Apple.
Con Laurene tenemos una maravillosa familia. Estoy muy seguro de que nada de esto habría sucedido si no me hubiesen despedido de Apple. Fue una amarga medicina, pero creo que el paciente la necesitaba. En ocasiones la vida te golpea con un ladrillo en la cabeza. No perdáis la fe. Estoy convencido que lo único que me permitió seguir fue que yo amaba lo que hacía. Tenéis que encontrar lo que amáis. Y eso es tan válido para el trabajo como para el amor. El trabajo llenará gran parte de vuestras vidas y la única manera de sentirse realmente satisfecho es hacer aquello que creéis que es un gran trabajo. Y la única forma de hacer un gran trabajo es amar lo que se hace. Si todavía no lo habéis encontrado, seguid buscando. No os detengáis. Al igual que con los asuntos del corazón, sabréis cuando lo habéis encontrado. Y al igual que cualquier relación importante, mejora con el paso de los años. Así que seguid buscando. Y no os paréis.
La tercera historia es sobre la muerte. Cuando tenía 17 años leí una cita que decía algo parecido a «Si vives cada día como si fuera el último, es muy probable que algún día hagas lo correcto». Me impresionó y en los últimos 33 años, me miro al espejo todas las mañanas y me pregunto: «Si hoy fuera en último día de mi vida, ¿querría hacer lo que estoy a punto de hacer?» Y cada vez que la respuesta ha sido «no» varios días seguidos, sé que necesito cambiar algo.
Recordar que moriré pronto constituye la herramienta más importante que he encontrado para tomar las grandes decisiones de mi vida. Porque casi todas las expectativas externas, todo el orgullo, todo el temor a la vergüenza o al fracaso todo eso desaparece a las puertas de la muerte, quedando solo aquello que es realmente importante. Recordar que vas a morir es la mejor manera que conozco para evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Ya estás desnudo. No hay ninguna razón para no seguir a tu corazón.
Casi un año atrás me diagnosticaron cáncer. Me hicieron un escáner a las 7:30 de la mañana y claramente mostraba un tumor en el páncreas. ¡Ni sabía lo que era el páncreas! Los doctores me dijeron que era muy probable que fuera un tipo de cáncer incurable y que mis expectativas de vida no superarían los seis meses. El médico me aconsejó irme a casa y arreglar mis asuntos, que es el código médico para prepararte para morir. Significa intentar decir a tus hijos todo lo que pensabas decirles en los próximos 10 años, en unos pocos meses. Significa asegurarte que todo esté finiquitado de modo que sea lo más sencillo posible para tu familia. Significa despedirte.
Viví con ese diagnóstico todo el día. Luego por la tarde me hicieron una biopsia en que introdujeron un endoscopio por mi garganta, a través del estómago y mis intestinos, pincharon con una aguja el páncreas y extrajeron unas pocas células del tumor. Estaba sedado, pero mi esposa, que estaba allí, me contó que cuando examinaron las células en el microscopio, los doctores empezaron a llorar porque descubrieron que era una forma muy rara de cáncer pancreático, curable con cirugía. Me operaron y ahora estoy bien. Es lo más cerca que he estado a la muerte y espero que sea lo más cercano por unas cuantas décadas más.
Al haber vivido esta experiencia, puedo contarla con un poco más de certeza que cuando la muerte era puramente un concepto intelectual: Nadie quiere morir. Incluso la gente que quiere ir al cielo, no quiere morir para llegar allá. La muerte es el destino que todos compartimos. Nadie ha escapado de ella. Y es como debe ser porque la muerte es muy probable que sea la mejor invención de la vida. Es su agente de cambio. Elimina lo viejo para dejar paso a lo nuevo. Ahora mismo, vosotros sois lo nuevo, pero algún día, no muy lejano, seréis los viejos. Y seréis eliminados. Lamento ser tan trágico, pero es cierto. Vuestro tiempo tiene límite, así que no lo perdáis viviendo la vida de otra persona. No os dejéis atrapar por dogmas, no viváis con los resultados del pensamiento de otras personas. No permitáis que el ruido de las opiniones ajenas silencie vuestra voz interior. Y más importante todavía, tened el valor de seguir vuestro corazón e intuición, porque de alguna manera ya sabéis lo que realmente queréis llegar a ser. Todo lo demás es secundario.
Cuando era joven, había una asombrosa publicación llamada The Whole Earth Catalog, una de las biblias de mi generación. Fue creada por un tipo llamado Steward Brand no muy lejos de aquí, en Menlo Park, y la creó con un toque poético. Fue a finales de los 60, antes de los ordenadores personales y de la edición mediante microcomputadoras. Se editaba usando máquinas de escribir, tijeras y cámaras Polaroid. Era como Google en tapas de cartulina, 35 años antes de que apareciera Google. Era idealista y rebosante de hermosas herramientas y grandes conceptos. Steward y su equipo publicaron varias ediciones del The Whole Earth Catalog y luego, cuando seguía su curso normal, publicaron la última edición. Fue a mediados de los 70 y yo tenía vuestra edad. En la contraportada de la última edición, había una fotografía de una carretera en medio del campo a primera hora de la mañana, similar a una en la que estaríais haciendo dedo si fuerais así de aventureros. El pie de foto decía: «Seguid hambrientos. Seguid alocados». Fue su mensaje de despedida. Siempre lo he deseado para mí. Y ahora, cuando estáis a punto de graduaros para empezar de nuevo, es lo que os deseo. Seguid hambrientos. Seguid alocados. Gracias»
Hoy deseo contaros tres historias de mi vida. No es gran cosa. Sólo tres historias. La primera trata de conectar puntos. Me retiré del Reed College a los seis meses y seguí yendo de modo intermitente otros 18 meses más antes de abandonar los estudios. ¿Por qué lo dejé? Comenzó antes de que yo naciera. Mi madre biológica era una joven estudiante de universidad, soltera, que decidió darme en adopción. Ella creía firmemente que debía ser adoptado por estudiantes graduados. Por lo tanto, todo estaba arreglado para que apenas naciera fuera adoptado por un abogado y su esposa; salvo que cuando nací decidieron en el último minuto que en realidad deseaban una niña. De ese modo, mis padres, que estaban en lista de espera, recibieron una llamada en medio de la noche preguntándoles: «Tenemos un niño no deseado; ¿lo quieren?». Ellos contestaron: «Por supuesto».
Cuando mi madre biológica se enteró que mi madre nunca se había graduado en la universidad y que mi padre tampoco tenía el graduado escolar se negó a firmar los papeles de adopción definitivos. Sólo cambió de parecer unos meses más tarde cuando mis padres le prometieron que algún día iría. A los 17 años fui a la universidad. Ingenuamente elegí una casi tan cara como Stanford y todos los ahorros de mis padres, de clase obrera, se fueron en la matrícula. Seis meses después yo no había sido capaz de apreciar el valor de su esfuerzo. No tenía idea de lo que quería hacer con mi vida y tampoco sabía si la universidad me ayudaría a deducirlo. Y ahí estaba yo, gastando todo el dinero que mis padres habían ahorrado durante toda su vida. Decidí retirarme y confiar en que todo iba a resultar bien. En ese momento fue aterrador, pero mirando hacia atrás es una de las mejores decisiones que he tomado. Prescindí de las clases obligatorias, que no me interesaban, y comencé a asistir irregularmente a las que sí consideraba interesantes.
No todo fue romántico. No tenía dormitorio, dormía en el suelo de las habitaciones de amigos, llevaba botellas de Coca Cola a los depósitos de 5 centavos para comprar comida y caminaba 11 kilómetros, cruzando la ciudad todos los domingos de noche, para conseguir una buena comida a la semana en el templo Hare Krishna. Me encantaba. La mayoría de cosas con las que tropecé, siguiendo mi curiosidad e intuición, resultaron ser posteriormente inestimables. Por ejemplo, en ese tiempo Reed College ofrecía quizás la mejor instrucción en caligrafía del país. Todos los afiches, todas las etiquetas de todos los cajones estaban bellamente escritos en caligrafía a mano en todo el campus. Como había abandonado el curso y no tenía que asistir a las clases normales, decidí tomar una clase de caligrafía para aprender. Aprendí de los tipos serif y san serif, de la variación en el espacio entre las distintas combinaciones de letras, de lo que hace que la gran tipografía sea lo que es. Era artísticamente hermoso, histórico, de una manera en que la ciencia no logra capturar, y lo encontré fascinante.
A priori, nada de esto tenía una aplicación práctica en mi vida. Diez años después, cuando estaba diseñando el primero ordenador Macintosh, todo tuvo sentido para mí. Y todo lo diseñamos en el Mac. Fue el primer ordenador con una bella tipografía. Si nunca hubiera asistido a ese único curso en la universidad, el Mac nunca habría tenido múltiples tipografías o fuentes proporcionalmente espaciadas. Y como Windows no hizo más que copiar a Mac, es probable que ningún PC la tuviese. Si nunca me hubiera retirado, nunca habría asistido a esa clase de caligrafía, y los ordenadores personales carecerían de la maravillosa tipografía que llevan. Por supuesto era imposible conectar los puntos mirando hacia el futuro cuando estaba en la universidad. Sin embargo, fue muy, muy claro mirando hacia el pasado diez años después.
Reitero, no podéis conectar los puntos mirando hacia el futuro; solo podéis conectarlos mirando hacia el pasado. Por lo tanto, tenéis que confiar en que los puntos, de alguna manera, se conectarán en vuestro futuro. Tenéis que confiar en algo, lo que sea. Nunca he abandonado esta perspectiva y es la que ha marcado la diferencia en mi vida.
La segunda historia es sobre amor y pérdida. Fui afortunado, porque descubrí pronto lo que quería hacer con mi vida. Woz y yo comenzamos Apple en el garaje de mis padres cuando tenía 20 años. Trabajamos duro y en 10 años Apple había crecido a partir de nosotros dos en un garaje, transformándose en una compañía de dos mil millones con más de 4.000 empleados. Recién habíamos presentado nuestra más grandiosa creación -el Macintosh- un año antes y yo recién había cumplido los 30.
Luego me despidieron. ¿Cómo te pueden despedir de una compañía que fundaste? Bien, debido al crecimiento de Apple contratamos a alguien que pensé que era muy talentoso para dirigir la compañía conmigo. Los primeros años las cosas marcharon bien. Sin embargo, nuestras visiones del futuro empezaron a desviarse y finalmente tuvimos un encontronazo. Cuando ocurrió, la Dirección lo respaldó a él. De ese modo a los 30 años estaba fuera. Y muy publicitádamente fuera. Había desaparecido aquello que había sido el centro de toda mi vida adulta. Fue devastador. Por unos cuantos meses, realmente no supe qué hacer. Sentía que había decepcionado a la generación anterior de empresarios, que había dejado caer el testimonio cuando me lo estaban pasando. Me encontré con David Packard y Bob Noyce e intenté disculparme por haberlo echado todo a perder tan estrepitosamente. Fue un absoluto fracaso público e incluso pensaba en alejarme del valle [Silicon Valley, California]. No obstante, lentamente comencé a entender algo. Todavía amaba lo que hacía. El revés ocurrido con Apple no había cambiado eso ni un milímetro. Había sido rechazado, pero seguía enamorado. Y decidí empezar de nuevo.
En ese entonces no lo entendí, pero ser despedido de Apple fue lo mejor que podía haberme pasado. La pesadez de tener éxito fue reemplazada por la iluminación de ser un principiante otra vez. Me liberó y entré en una de las etapas más creativas de mi vida. Durante los siguientes cinco años, fundé una compañía llamada NeXT, otra empresa llamada Pixar, y me enamoré de una asombrosa mujer que se convirtió en mi esposa. Pixar continuó y creó la primera película en el mundo animada por ordenador, Toy Story, y ahora es el estudio de animación de más éxito a nivel mundial. En un notable giro de los hechos, Apple compró NeXT, regresé a Apple y la tecnología que desarrollamos en NeXT constituye el corazón del actual renacimiento de Apple.
Con Laurene tenemos una maravillosa familia. Estoy muy seguro de que nada de esto habría sucedido si no me hubiesen despedido de Apple. Fue una amarga medicina, pero creo que el paciente la necesitaba. En ocasiones la vida te golpea con un ladrillo en la cabeza. No perdáis la fe. Estoy convencido que lo único que me permitió seguir fue que yo amaba lo que hacía. Tenéis que encontrar lo que amáis. Y eso es tan válido para el trabajo como para el amor. El trabajo llenará gran parte de vuestras vidas y la única manera de sentirse realmente satisfecho es hacer aquello que creéis que es un gran trabajo. Y la única forma de hacer un gran trabajo es amar lo que se hace. Si todavía no lo habéis encontrado, seguid buscando. No os detengáis. Al igual que con los asuntos del corazón, sabréis cuando lo habéis encontrado. Y al igual que cualquier relación importante, mejora con el paso de los años. Así que seguid buscando. Y no os paréis.
La tercera historia es sobre la muerte. Cuando tenía 17 años leí una cita que decía algo parecido a «Si vives cada día como si fuera el último, es muy probable que algún día hagas lo correcto». Me impresionó y en los últimos 33 años, me miro al espejo todas las mañanas y me pregunto: «Si hoy fuera en último día de mi vida, ¿querría hacer lo que estoy a punto de hacer?» Y cada vez que la respuesta ha sido «no» varios días seguidos, sé que necesito cambiar algo.
Recordar que moriré pronto constituye la herramienta más importante que he encontrado para tomar las grandes decisiones de mi vida. Porque casi todas las expectativas externas, todo el orgullo, todo el temor a la vergüenza o al fracaso todo eso desaparece a las puertas de la muerte, quedando solo aquello que es realmente importante. Recordar que vas a morir es la mejor manera que conozco para evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Ya estás desnudo. No hay ninguna razón para no seguir a tu corazón.
Casi un año atrás me diagnosticaron cáncer. Me hicieron un escáner a las 7:30 de la mañana y claramente mostraba un tumor en el páncreas. ¡Ni sabía lo que era el páncreas! Los doctores me dijeron que era muy probable que fuera un tipo de cáncer incurable y que mis expectativas de vida no superarían los seis meses. El médico me aconsejó irme a casa y arreglar mis asuntos, que es el código médico para prepararte para morir. Significa intentar decir a tus hijos todo lo que pensabas decirles en los próximos 10 años, en unos pocos meses. Significa asegurarte que todo esté finiquitado de modo que sea lo más sencillo posible para tu familia. Significa despedirte.
Viví con ese diagnóstico todo el día. Luego por la tarde me hicieron una biopsia en que introdujeron un endoscopio por mi garganta, a través del estómago y mis intestinos, pincharon con una aguja el páncreas y extrajeron unas pocas células del tumor. Estaba sedado, pero mi esposa, que estaba allí, me contó que cuando examinaron las células en el microscopio, los doctores empezaron a llorar porque descubrieron que era una forma muy rara de cáncer pancreático, curable con cirugía. Me operaron y ahora estoy bien. Es lo más cerca que he estado a la muerte y espero que sea lo más cercano por unas cuantas décadas más.
Al haber vivido esta experiencia, puedo contarla con un poco más de certeza que cuando la muerte era puramente un concepto intelectual: Nadie quiere morir. Incluso la gente que quiere ir al cielo, no quiere morir para llegar allá. La muerte es el destino que todos compartimos. Nadie ha escapado de ella. Y es como debe ser porque la muerte es muy probable que sea la mejor invención de la vida. Es su agente de cambio. Elimina lo viejo para dejar paso a lo nuevo. Ahora mismo, vosotros sois lo nuevo, pero algún día, no muy lejano, seréis los viejos. Y seréis eliminados. Lamento ser tan trágico, pero es cierto. Vuestro tiempo tiene límite, así que no lo perdáis viviendo la vida de otra persona. No os dejéis atrapar por dogmas, no viváis con los resultados del pensamiento de otras personas. No permitáis que el ruido de las opiniones ajenas silencie vuestra voz interior. Y más importante todavía, tened el valor de seguir vuestro corazón e intuición, porque de alguna manera ya sabéis lo que realmente queréis llegar a ser. Todo lo demás es secundario.
Cuando era joven, había una asombrosa publicación llamada The Whole Earth Catalog, una de las biblias de mi generación. Fue creada por un tipo llamado Steward Brand no muy lejos de aquí, en Menlo Park, y la creó con un toque poético. Fue a finales de los 60, antes de los ordenadores personales y de la edición mediante microcomputadoras. Se editaba usando máquinas de escribir, tijeras y cámaras Polaroid. Era como Google en tapas de cartulina, 35 años antes de que apareciera Google. Era idealista y rebosante de hermosas herramientas y grandes conceptos. Steward y su equipo publicaron varias ediciones del The Whole Earth Catalog y luego, cuando seguía su curso normal, publicaron la última edición. Fue a mediados de los 70 y yo tenía vuestra edad. En la contraportada de la última edición, había una fotografía de una carretera en medio del campo a primera hora de la mañana, similar a una en la que estaríais haciendo dedo si fuerais así de aventureros. El pie de foto decía: «Seguid hambrientos. Seguid alocados». Fue su mensaje de despedida. Siempre lo he deseado para mí. Y ahora, cuando estáis a punto de graduaros para empezar de nuevo, es lo que os deseo. Seguid hambrientos. Seguid alocados. Gracias»
sábado, 27 de julio de 2019
jueves, 25 de julio de 2019
sábado, 22 de junio de 2019
martes, 14 de mayo de 2019
domingo, 12 de mayo de 2019
jueves, 25 de abril de 2019
miércoles, 17 de abril de 2019
domingo, 7 de abril de 2019
martes, 5 de marzo de 2019
El hombre que se dejaba llevar por la ira. Historia Sufi
Un hombre que se enojaba fácilmente se dio cuenta, después de muchos años, en qué punto esta tendencia le había hecho la vida difícil.
Un día oyó hablar de un derviche de gran conocimiento, del que se dirigió para pedir consejo.
"ve al cruce que te indicaré", dijo el derviche. "verás un árbol seco : siéntate bajo el árbol y ofrécele agua a todos los que pasarán".
El hombre hizo lo que se le dijo. Pasaron muchos días, y se ganó una reputación de asceta que se imponía una estricta disciplina de caridad y autocontrol, bajo la guía de un hombre de verdadero conocimiento.
Un día, un transeúnte apresurado volteó la cabeza al otro lado cuando se le ofreció el agua, y siguió por su camino. El hombre que se enojaba fácilmente le gritó en varias ocasiones: " Ven, saluda mi saludo! Toma un poco de este agua que doy a todos los visitantes!".
Pero no recibió respuesta.
Alterado por ese comportamiento, nuestro hombre olvidó completamente su disciplina. Cogió el rifle, que estaba colgado en el árbol seco, apuntando a ese transeúnte indiferente y apretó el gatillo: el otro cayó al suelo muerto.
En el momento en que la bala atravesó su cuerpo, algunas flores florecieron alegremente en el árbol seco, como por milagro.
El que acababa de ser asesinado era un asesino que se estaba de a cometer el peor de todos los crímenes de su larga carrera criminal.
Hay dos tipos de consejeros:
Los primeros dicen que hay que actuar sobre la base de ciertos principios preestablecidos que deben seguirse mecánicamente.
Los segundos son los hombres de conocimiento.
Los que conocen al hombre del conocimiento le pedirán consejos moralistas y lo tomarán por un moralista. Pero él está al servicio de la verdad, no de los deseos piadosos.
martes, 5 de febrero de 2019
BSO de la película "Ha nacido una estrella"
Dime algo, chica,
¿eres feliz en este mundo moderno?
¿O necesitas más?
¿Hay algo más que estés buscando?
Estoy cayendo.
En todos los buenos momentos,
me descubro ansiando un cambio,
y en los malos momentos, me doy miedo a mí mismo.
Dime algo, chico,
¿no estás cansado de intentar llenar ese vacío?
¿O necesitas más?
¿No es difícil hacer que siga siendo tan intenso?
Estoy cayendo.
En todos los buenos momentos,
me descubro ansiando un cambio,
y en los malos momentos, me doy miedo a mí mismo.
Me voy a las profundidades,
mira mientras me zambullo.
Nunca tocaré el suelo,
atravesaré la superficie
donde no nos puedan hacer daño.
Ahora estamos lejos de la superficie (lo trivial, superficial).
En la superficie, superficie.
En la superficie, superficie.
En la superficie, superficie.
Ahora estamos lejos de la superficie.
Me voy a las profundidades,
mira mientras me zambullo.
Nunca tocaré el suelo,
atravesaré la superficie
donde no nos puedan hacer daño.
Ahora estamos lejos de la superficie.
En la superficie, superficie.
En la superficie, superficie.
En la superficie, superficie.
Ahora estamos lejos de la superficie.
¿eres feliz en este mundo moderno?
¿O necesitas más?
¿Hay algo más que estés buscando?
Estoy cayendo.
En todos los buenos momentos,
me descubro ansiando un cambio,
y en los malos momentos, me doy miedo a mí mismo.
Dime algo, chico,
¿no estás cansado de intentar llenar ese vacío?
¿O necesitas más?
¿No es difícil hacer que siga siendo tan intenso?
Estoy cayendo.
En todos los buenos momentos,
me descubro ansiando un cambio,
y en los malos momentos, me doy miedo a mí mismo.
Me voy a las profundidades,
mira mientras me zambullo.
Nunca tocaré el suelo,
atravesaré la superficie
donde no nos puedan hacer daño.
Ahora estamos lejos de la superficie (lo trivial, superficial).
En la superficie, superficie.
En la superficie, superficie.
En la superficie, superficie.
Ahora estamos lejos de la superficie.
Me voy a las profundidades,
mira mientras me zambullo.
Nunca tocaré el suelo,
atravesaré la superficie
donde no nos puedan hacer daño.
Ahora estamos lejos de la superficie.
En la superficie, superficie.
En la superficie, superficie.
En la superficie, superficie.
Ahora estamos lejos de la superficie.
Lady Gaga, Bradley Cooper - Superficie.
jueves, 31 de enero de 2019
" Shah Qalandar, el santo sufi de Pakistán dijo:
"El único error que no puedes cometer es el de no equivocarte"
Actúa de forma total, absoluta, con plena devoción. No tengas miedo.
Y si lo que haces resulta ser un error hazlo bien grande, cúmplelo de verdad, para que puedas aprender de la experiencia.
Y luego pregúntale a DIOS: Me perdonas???... y no vuelvas a caer en él.
A Dios le encanta perdonarte.
No te preocupes.
Esto solo es para que los demás puedan mirar dentro de ti.
Eso es todo.
miércoles, 30 de enero de 2019
EL CANTO DEL NEY
Escucha la flauta de caña, cómo se queja,
Lamentando su destierro del hogar:
“Desde que me arrancaron de mi casa de mimbre,
Mis lastimeras notas han hecho llorar a hombres y mujeres.
Reventé mi pecho, esforzándome por desahogar los suspiros,
Y expresar los dolores súbitos de mi anhelo por mi hogar.
Quien mora lejos de su hogar
Anhela siempre el día de su regreso.
Mi lamento se oye en todas las multitudes,
A coro con aquellos que se regocijan y aquellos que lloran.
Cada uno interpreta mis notas en armonía con sus propios sentimientos,
Pero ninguno desentraña los secretos de mi corazón.
Mis secretos no son ajenos a mis notas lastimeras,
Sin embargo no se manifiestan al ojo y al oído sensual.
El cuerpo no está velado del alma, tampoco el alma del cuerpo,
Sin embargo ningún hombre ha visto nunca un alma”.
El lamento de la flauta es fuego, no mero aire.
¡Dejad que quien carezca de este fuego se considerado muerto!
Es el fuego del amor lo que inspira a la flauta,
Es el fermento del amor lo que posee el vino.
La flauta es confidente de los amantes desdichados;
Sí, sus compases ponen al descubierto mis más íntimos secretos.
¿Quién ha visto un veneno y un antídoto como la flauta?
¿Quién ha visto un confortador compasivo como la flauta?
La flauta cuenta la historia del sendero ensangrentado del amor,
Cuenta la historia de las penas del amor de Majnu (Loco de Amor).
Nadie está privado de estos secretos salvo el demente,
Mientras la oreja se inclina a los susurros de la lengua.
A través del dolor mis días son trabajo y tristeza,
Mis días pasan, mano a mano con la angustia.
Sin embargo, aunque mis días así se desvanezcan, no importa,
¡Tú permaneces, Oh Incomparable y Puro!
Pero aquellos que no son peces pronto se cansan del agua;
Y quienes no tienen el pan diario encuentran el día muy largo;
Así pues el “Crudo” no comprende el estado del “Maduro”;
Por ello me incumbe acortar mi discurso.
¡Levántate, Oh hijo! ¡Rompe las cadenas y sé libre!
¿Hasta cuándo estarás cautivo de la plata y el oro?
Aunque viertas el océano en tu cántaro,
Este no puede contener más que la reserva de un día.
El cántaro de deseo de los codiciosos nunca se llena,
La concha de ostra no se llena con perlas hasta que está contenta;
Solo aquél cuyas ropas han sido desgarradas por la violencia del Amor
Está completamente puro de la codicia y el pecado.
¡Hola a ti, pues, Oh Amor, dulce locura!
¡Tú que curas todas nuestras enfermedades!
¡Qué eres el médico de nuestro orgullo y vanidad!
¡Qué eres nuestro Platón y nuestro Galeno!
¡El amor exalta a nuestros cuerpos terrenales hasta el paraíso.
Y hace que las mismas colinas salten de alegría!
¡Oh amante!, fue el amor lo que dio vida al Monte Sinaí,
Cuando “tembló y se puso a danzar”, y Moisés cayó desmayado.”
Sólo que el Amado me tocara con sus labios,
Yo también, como la flauta, estallaría en melodía.
Pero el que se aparta de aquellos que hablan su lengua,
Aunque posea un centenar de voces, está forzosamente mudo.
Cuando la rosa se ha marchitado y el jardín está seco,
La canción del ruiseñor ya no se oye.
El Amado es todo en todo, el amante sólo Le vela;
El Amado es todo lo que vive, el amante una cosa muerta.
Cuando el amante ya no siente la viveza del Amor,
Se vuelve como un pájaro que ha perdido sus alas. ¡Ay!
¿Cómo puedo conservar mi juicio
Cuando el Amado no muestra la luz de Su rostro?
El Amor desea que este secreto sea revelado,
Porque si un espejo no refleja, ¿de qué sirve?
¿Sabes tú por qué no refleja tu espejo?
Porque no ha sido limpiado el hollín de su superficie.
Si estuviera purificado de todo hollín y suciedad,
Reflejaría el brillo del Sol de Dios.
¡Oh amigos!, ahora ya habéis oído este cuento,
Que expone la misma esencia de mi caso.
jueves, 10 de enero de 2019
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